Muchos cristianos en su inmadurez hacen este tipo de "pruebas" a sus pastores e iglesias. 

Para muchos, la Iglesia y el trabajo pastoral se trata de que los hagan sentir bien a ellos mismos y de tener una "niñera" que los consienta, que los apapache y esté al pendiente de ellos las 24 horas del día. ¡No han entendido el propósito de la Iglesia! 

La Iglesia no se trata de que me traten bien o me cuiden, se trata de que me enseñen a vivir de acuerdo a las enseñanzas de Jesús, la Iglesia no es el pastor, ¡la Iglesia soy yo!

No se trata de ver lo que otros hacen por mí o quien se interesa por mí, se trata de entrenarme para que yo pueda ser testigo de lo QUE CRISTO HA HECHO EN MI.

Al querer poner este tipo de "pruebas" o exámenes a la Iglesia o a los pastores de alejarme hasta que me vengan a buscar, o dejar de participar hasta que el pastor me venga a visitar sólo refleja inmadurez en el cristiano y pone en peligro su crecimiento espiritual y lamentablemente el de sus familias, ya que al estar haciendo sus "juegos" privan a sus hijos del ambiente espiritual de la Iglesia que les ayudará a estar preparados ante el momento de tribulación.

Al hablar de participar en la comunión Pablo dice en 

1 Corintios 11:28 "Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa."

No dice que pongas a prueba al pastor o a los líderes, sino a ti mismo.  

¡La Iglesia orará por mi, pero tengo que estar presente!

¡El pastor podrá aconsejarme, pero tengo que estar presente!

¡Los hermanos confraternizarán conmigo, pero tengo que estar presente!

¡La Iglesia me apoyará cuando lo necesite, pero tengo que estar presente!

¡Involúcrate, participa, comunícate, congrégate, tú eres la Iglesia, no esperes a que alguien te venga a traer de la mano!...


  Creditos Hno  Roberto